Mundo Natural

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Selva Tropical

El ecosistema de la selva tropical es una de las regiones más biodiversas del planeta, caracterizada por un clima cálido y húmedo durante todo el año, con abundante vegetación densa y estratificada. Alberga una gran variedad de especies animales y vegetales que coexisten y dependen de su entorno para sobrevivir, siendo clave en la regulación del clima y en la producción de oxígeno.

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Desierto

El ecosistema del desierto se caracteriza por su clima extremadamente seco, con altas temperaturas durante el día y frías por la noche. La vegetación es escasa y adaptada a la falta de agua, como cactus y arbustos resistentes. La fauna incluye especies adaptadas a las condiciones extremas, como reptiles y mamíferos nocturnos, que desarrollan estrategias de conservación de agua y tolerancia al calor.

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Bosque

El ecosistema del bosque es diverso y se caracteriza por una gran cantidad de árboles que crean un hábitat para muchas especies de flora y fauna. Los bosques pueden variar según el clima (tropical, templado o boreal), y presentan una estructura en estratos que permite la coexistencia de múltiples organismos. Son esenciales para el equilibrio del clima, la producción de oxígeno y la regulación de los ciclos de agua y nutrientes.

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Ecosistema Acuatico

El ecosistema acuático abarca océanos, mares, ríos, lagos y humedales, caracterizándose por estar dominado por el agua, ya sea dulce o salada. Alberga una gran diversidad de organismos adaptados a la vida en este medio, como peces, algas, moluscos y mamíferos marinos. Este ecosistema es clave para la regulación del clima, el ciclo del agua y es una fuente vital de recursos para la vida en el planeta.

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Fotosintesis

La fotosíntesis es el proceso por el cual las plantas, algas y algunas bacterias convierten la luz solar, el dióxido de carbono y el agua en glucosa (un tipo de azúcar) y oxígeno. Ocurre en los cloroplastos de las células vegetales, donde la clorofila captura la energía solar, esencial para sintetizar los nutrientes necesarios para el crecimiento de la planta. Este proceso es fundamental para la vida en la Tierra, ya que produce el oxígeno que respiramos y constituye la base de la cadena alimentaria.